Mi padre solía decir:" Lo que nos diferencia de los animales,es que conocemos el infierno".Yo no sé mucho sobre el infierno pero conozco donde vivo,una gran sombra que nos acoje a todos aquí,temible,incoherente e indiferente,como el infierno,esta es una historia de lo bajo que un hombre puede caer,hasta el mismísimo infierno.
Mi nombre es Paul Harris, trabajo como detective privado en los bajos fondos de New york desde hace 9 años y algunas veces le volaría la tapa de los sesos al hombre que tengo frente al espejo.Una semana entera sin que pase nadie por aqui,a menos que sea para preguntar si pueden utilizar mi baño,y de repente una belleza de vestido rojo,sumándose a los clichés detectivescos de la literatura negra,como encontrar diamantes en una mina de carbón,la única cuestión ahora es <¿qué hace aquí?>.
-Sr. Harris,he escuchado que es el mejor detective de los barrios bajos de esta ciudad...
-Eso no quiere decir que cubra las necesidades de,digamos una joven de clase alta,europea y...permítame la arrogancia,¿problemas de negocios?.
-Quizas,no sea un detective de las altas esferas,pero de por sí ha acertado en todo,y se que alguien de un ámbito como este,sabe llevar las cosas de la forma mas discretas posibles.Así que le explicaré el caso, existen unos impedimentos que no dejan a mi familia cerrar unos negocios en la ciudad,quiero que averigüe que quieren.
-Esos negocios son?.
-Negocios que dan dinero,alarga su brazo expendiendo una tarjeta " srta francesca delaney.
- Mis honorarios son.
-2 mil dólares en efectivo,empiece a utilizar sus contactos.
-Con 2 mil dólares tendré mas que suficiente para resolver algunas mentiras.
La dama roja salío por la puerta,dándole la belleza que diariamente le falta a aquel barrio de mala muerte.
Tras 8 horas después y 50 pavos menos yo ya tenía mi primera pista Alfred skinner.
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