Ella sufría de pena desde que la conocí,siempre pensé que la ciudad se la tragaría.
Rogaba que la dejasen dormir,que volviese a sonreír, a descansar o perdería la cabeza.
Se dejó caer...y en la ciudad todos hablaban,hablar por hablar,sin decir nada que nos pudiera ayudar de verdad.Era tan difícil salir adelante que cuando la ciudad cayó me dejó un vacío en el pecho que nada ni nadie podrá llenar nunca.
2 comentarios:
Me gusto esta paranoia en tu blog.
Gracias por comentarme i si las palabras no dicen mas de lo que quieren decir.
Un besito.
mar.
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