Y así estaba, consciente de todo lo que alrededor pasaba pero costándome despertar. He tenido que cambiar muchas cosas porque pensaba que el mundo estaba patas arriba y era yo el que estaba cabeza abajo. Perdí el norte pero tengo quien me señala el suyo, tuve calor de quien acababa de llegar y sentí el frío de los míos. Y ahora estoy despierto, con nuevas batallas por empezar y recordando por lo que lucho y por lo que no moveré ni un dedo. Me costó mucho partir, y he mirado atrás pero ahora el camino se hace fácil, ahora me debo a los que están luchando conmigo.
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