sábado, 14 de mayo de 2011

Exportaciones extrañas.

Entré en un pub de madrugada, casi obligado, por no tener aún ni una gota de alcohol en sangre. Empecé a tomarme la copa mientras mis amigos hablaban sin pausa, dirigí la vista a los reservados, y en la tenue luz que alumbraba aquellos sillones ví a una chica sola, tomando una copa también, había tan poca gente, y hacíamos tanto escándalo que era normal que mirase hacia nosotros. Siempre he querido tener el valor que tienen muchos de acercarse a hablar con la chica a la que han echado el ojo, y en ese momento lo tuve, dejé a los charlatanes de mis amigos y me dirigí al reservado.

Ella no paró de mirarme directamente a los ojos todo el camino. Mi yo de siempre hubiese interpretado ese gesto como una señal inequívoca de que iba a ser rechazado, pero en cambio seguí encarándola, y acercándome, es más al llegar allí me senté directamente a su lado, sin preguntar, me dio la impresión de que tenía el derecho de hacerlo.

Ella no se sintió reacia al acercamiento y nada más llegar intercambiamos los nombres y comenzamos a charlar, pero lejos de ser un flirteo, aquella conversación se convirtió en la razón por la que os la transcribo:

  • ¿A qué te dedicas?, preguntó, diría que incluso estaba interesada, que le importaba.
  • Estudio, estoy ya en último año de carrera, ¿y tú?.
  • Exportación e importación.
  • ¿De qué si puede saberse?
  • De miedo - contestó totalmente seria, me pareció una respuesta de lo más original, así que me reí -, ella me siguió mirando totalmente seria.
  • ¿De miedo?, ¿llevas el miedo de un sitio a otro?, eres una clase de Robin Hood del terror?, dije entre bromas, pero por como reaccionaba al comentario, parecía que no le gustaba el tono burlón.
  • No me malinterpretes, estás aquí porque he querido que te acercaras, he hecho que suprimas tu miedo, y vinieses hasta aquí como si fueras un Don Juan, pero no lo eres, podría volver hacer que empezaras a tartamudear solo por el hecho de que una mujer te hable, como cuando eras un prepúber, pero no lo voy a hacer, esta noche quiero compañía, y tú has preguntado, ahora, ¿quieres escucharlo o has venido solo a ligar?.
Después de ese arranque de sinceridad, estaba dudando si había venido por voluntad propia o era verdad que no tenía nada de miedo de estar allí, pero era solo eso, desconfianza, no miedo.Tímidamente le pedí que continuara con una pregunta:

  • ¿Cómo se exporta el miedo?
  • Es sencillo, mucha gente tiene mi número, se lo pasan de unos a otros, alguno quedan maravillados del resultado, otros no compartirán nunca ese secreto, y muchos temen siquiera llamarme. Pero puedo asegurarte que en todos los casos, hago bien mi trabajo.
  • Es decir, ¿yo puedo ahora decirte que me quites el miedo a las arañas?
  • No, yo te quito el miedo, lo arranco de raíz, lo pongo donde tu quieras, y si no lo especificas me das el derecho a hacer lo que yo quiera con él.
  • No sé si lo estoy entendiendo, cómo alguien puede ser capaz de hacer eso.
  • No te estoy planteando nada nuevo, hay gente que puede venderte feromonas, hormonas o cualquier cosa que inhiba o active una determinada sensación, sentimiento o proceso fisiológico, yo te estoy diciendo que puedo hacer eso con el miedo.
Es un trabajo más antiguo de lo que parece, a mi me enseñó mi madre, y a ella la suya, y así desde hace mucho tiempo. A mi familia la han exigido presidentes, dictadores, famosos, deportistas, y gente sin ninguna importancia en general.

  • Me estás diciendo que la gente viene a ti y quiere que le quites el miedo, eres una especie de psicóloga, quitas traumas…
  • No estás entendiendo nada, quito el miedo de raíz, lo transporto, y si es el caso, lo infundo en la gente. Si un político quiere que su pueblo tenga miedo, lo hago. Si un deportista quiere batir records, pero su propia naturaleza cobarde no lo deja, lo ayudo, ¿entiendes?. Mira hace unos años un boxeador quería que sus contrincantes lo temieran, quería ser imbatible, yo extraje su miedo y calé con él los huesos de los luchadores contrarios.
  • ¿Consiguió ser imbatible?
  • Lo hizo, pero todo tiene un precio, lo mataron a él y a su novia. Unos tipos quisieron robarles y él se defendió, no hizo caso a las órdenes de los asaltantes, no les temía, y eso es un error, el miedo es un gran método de defensa, te dice que el peligro está cerca, que un movimiento en falso significa la muerte.
  • Lo que ahora no me explico, es por qué el miedo, por qué no exportar e importar otra cosa.
  • Porque el miedo es el sentimiento más arcaico, es la herramienta más poderosa y antigua, porque naces con él, y él te ayuda a sobrevivir, porque se lucha y se muere por él. Porque hacer que los que están a tu mando te teman, hace que te respeten. Porque cuando un gobierno siembra el miedo entre sus iguales, no se dan cuenta de lo que el gobierno hace a sus espaldas, todos desconfían de todos, y se crea la confusión. Poder y miedo, van unidos.
  • ¿Entonces por qué dejar todo ese poder en ustedes?
  • Porque alguien tiene que tenerlo.
  • No se puede decir entonces que seas una buena persona, haces que las personas tengan miedo, creas guerras, traficas con farsas.
  • Yo trafico con el miedo en sí mismo, el miedo siempre ha existido, yo solo protejo la llave del terror, lo que haga el ser humano con él, es cosa suya. No todo es malo, hace unos meses un motorista acrobático me llamó, estaba arrepentido, su show se llamaba “el hombre sin miedo”, y era cierto, no temía a nada, se había roto más de 20 huesos, había hecho unas proezas increíbles, pero era un tremendo hijo de puta, durante una de sus giras se había enamorado, había dejado embarazada a la chica, y había tenido mellizos, los abandonó y siguió con su espectáculo. Pues el día que me llamó quería que le infundiera miedo, quería retirarse, pero su orgullo no le dejaba. Yo le hice tener miedo, volvió con su familia, por miedo a perderlos, ahora cuida a sus hijos y su mujer como oro en paño.
  • No sé porque me cuentas todo esto.
  • Porque necesitaba liberar mi carga, mi madre ha muerto esta mañana, estoy sola, en un pub, bebiendo, y por primera vez en mi vida, siento miedo.
  • ¿Llevando el miedo nunca lo habías sentido?
  • Nunca, lo he visto muchas veces, al miedo mismo, en su forma más oscura, dan ganas de tocarlo y a la vez echar a correr, pero nunca lo había sentido en mis carnes.
  • ¿Cómo murió tu madre?
  • Murió de anciana, tenía unas normas que yo no respetaba, nunca las seguí, nunca había tenido problemas trasportando el miedo, y en cierto modo yo la maté. ¿Quieres verlo?
  • ¿El qué? ¿El miedo?
  • Si.
  • ¿Es muy distinto a sentirlo?
  • Compruébalo.
Abrió un maletín que llevaba y lo ví, una masa negra, oleosa, que se movía y fluctuaba como si de lava negra se tratase, dejaba perdida la mesa y me desmayé. Cuando desperté mis amigos se reían de mí, decían que había dejado escapar a una chica perfecta, que me había desmayado allí delante de ella. Ellos no habían visto nada, no habían visto lo que yo, los sudores fríos me recorrían la espalda, y no podía quitarme su rostro mirando al maletín, sigo pensando en lo que ví, tengo pesadillas con lo que sentí, por eso lo escribo, porque necesito volver a mirar al miedo a la cara, necesito que me lo devuelva.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu mejor entrada, la de todas.
(: <3

Letty dijo...

wow! buenísimo relato. Si lo siguieras me harías un favor, porque me quedé con ganas de más.
Me alegra que sigas escribiendo!

The Unnamable dijo...

Me encanta.