viernes, 30 de diciembre de 2011

Equilibrios en la cuerda espacio-tiempo.

El pasado es como tu sombra, no importa lo grande o lo pequeña que sea, sigue ahí, anclado a tus pies, deformándose y transformándose en lo que que proyectas. Puedes intentar correr, pero de una sombra no se escapa, puedes querer que vuelva, que se quede, pero no puedes abrazar a una sombra, ni siquiera puedes rodearla con los brazos, solo mirar, mirar a cierta y adecuada distancia, porque de cerca se emborrona, se agranda, te cubre con su oscuro matiz. Mirarlo de lejos solo hace que lo recuerdes como algo ínfimo, algo largo que dejaste atrás. Pero el pasado no es solo una sombra, el pasado tiene nombre, y tiene apellidos, y no solo uno, tiene miles de nombres, y tiene amigos, y enemigos, tiene familiares, el pasado es enorme, y con cada paso, más pasado. Un día vas solo por la calle y una niña te coge de la mano desde atrás y la miras y reconoces todos sus rostros, te sujeta fuerte y quiere que te pares, que te sientes, que juegues con ella, pero el tiempo que le puedes dedicar a esa niña que viene de muy atrás debe ser limitado o querrás jugar siempre con ella, no la dejes. Mira a tu lado, ¿lo ves? ¿está ahí cierto? Es tu fiel amigo el presente, también tiene nombres, tiene apodos, tiene roles importantes en lo que ahora está sucediendo, prueba a apoyarte en él, se siente cálido ¿no? Ahora abrázalo, a él, a ellos, a ellas, sí puedes, están todos los que tienen que estar, el presente no tiene amigos, familia, conocidos, el presente ES todo eso, aprovéchalo. Ahora mira hacia delante, vamos sin miedo, deja de bromear con presente, levanta la cabeza y mira. Eso es futuro, 'qué sonrisa más bonita tiene' yo también lo pensé, se alarga desde el presente hasta ahí delante, quiere que lo veas, que la veas, quiere estar contigo todo el camino, que le prestes atención, es por lo que a veces pasado te hará sufrir, con lo que afrontarás el presente, a veces desaparece, se pierde, a veces no es tan certero como querrías que fuera, pero está ahí y te quiere para sí. No sé que futuro estás viendo, va dentro de cada uno, pero ve a por él, no te rindas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Another Sad Song.

-Mira, he escrito otra canción triste.
-¿Otra? ¿Otra más? ¿Crees que es otra canción triste lo que el mundo necesita?
-¿Qué importa lo que el mundo necesite? Las hago por mí, para mí, y a veces incluso por tu culpa.
-¿Y necesitas otra canción triste?
-Las cosas cambian todo el rato, ya sabes lo triste que me pone que las cosas cambien, el hacer la maleta aunque no sea físicamente esta vez, sino mental. El guardar recuerdos en cajas, sentimientos en mochilas, no poder o no saber hasta cuándo van a ser usados, o cuándo me van a hacer falta. Y cuando estoy triste, ya lo sabes, mis dedos también lo están y tocan los acordes más tenues que conocen, así que si, a veces, necesito escribir otra canción triste.
-¿De qué hablas en esta?
-De lo de siempre, yo siendo otro, yo intentando volver a ser yo. Yo, yo, yo y tú. De las veces que uno se equivoca, de un chico que escribe otra canción melancólica con un par de notas tristes. De lo extraño y molesto que es estar en sintonía con uno mismo y saber exactamente si es feliz o no. De no poder hacernos los imbéciles ante eso.
-¿Puedes hablar de todo eso en una canción? ¿Y de mí?
-Siempre hay un 'de ti' en todo lo que escribo, en realidad ahora también hay un 'de ti', porque hablo con alguien que no existe, esta es una conversación ficticia, con un alguien que es nadie, y a la vez es muchas otras. No eres nadie concreto, como cuando hago esas canciones, escribo de ti siendo yo, y de mí siendo nadie, tuerzo las palabras hasta que sale todo sin que tenga que derramar una lágrima, eso solo lo hace un folio, algo para escribir, las cuerdas de una guitarra, incluso este cuadrito de texto donde escribo.
-¿Y Existir duele?
-A veces, pero anda, acabemos de hablar y así te toco la canción, y no me llores.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Didn´t let me fall.

La guerra ha terminado y las cicatrices quedaron abiertas. En el suelo hay un caballero que no despierta. Todos le dan por muerto, pero está consciente, sufre catalepsia, despertará cuando menos lo esperen. No dejéis que lo entierren, no dejéis que lo quemen.

Y así estaba, consciente de todo lo que alrededor pasaba pero costándome despertar. He tenido que cambiar muchas cosas porque pensaba que el mundo estaba patas arriba y era yo el que estaba cabeza abajo. Perdí el norte pero tengo quien me señala el suyo, tuve calor de quien acababa de llegar y sentí el frío de los míos. Y ahora estoy despierto, con nuevas batallas por empezar y recordando por lo que lucho y por lo que no moveré ni un dedo. Me costó mucho partir, y he mirado atrás pero ahora el camino se hace fácil, ahora me debo a los que están luchando conmigo.