lunes, 7 de enero de 2013

Driver.

Una vez soñé que despertaba dentro de un coche a toda velocidad. Conducía alguien que no pude ver del todo, y me daba la impresión que no lo hacía demasiado bien, iba sin control, aumentando la velocidad a la vez que daba bandazos. Me sentí aterrorizado al descubrir que aquél vehículo no era otra cosa que mi vida a lo largo de un mal asfaltado camino mientras todos lo perseguían por algo. Desperté de inmediato atemorizado e impotente, el sudor frío me recorría la espalda. Agarré las sábanas como si fueran un volante, las sujete en alto frente a mí, y prometí que no dejaría que nadie dirigiese mi vida, para bien o para mal.



miércoles, 2 de enero de 2013

En el camino.

Resulta que iba a hacer una tarta al Whisky y solo tenía como ingredientes el Whisky, así que si la vida te da limones... El hecho es que aquí estoy, escribiendo después de haber terminado con todo el Whisky, escribiendo por escribir, porque tampoco es que tenga mucho que decir, supongo que lo hago para cobijarme en algún sitio caliente. Por echarle mano a algo, aunque de teclas se trate.

Siempre he dicho que soy un bebedor social. Que el alcohol es bebida para estar acompañado, qué triste beber solo, qué bien visto el beber en reuniones. Pero, ¿Cuándo está uno realmente solo? Bebo ahora con mis miedos, con mis frustraciones, bebo con mis penas no para ahogarlas no. Beber te da a veces un valor inaudito para hablar y quizás necesitaba decirme algunas cosas.

Cuando se acaba una botella empieza el camino del borracho.