viernes, 7 de marzo de 2014

¿Y si nos estamos equivocando?



Naces, creces, empiezas realmente a vivir pero dura poco, comienzas a trabajar, te matas a trabajar, te sacrificas por ti, por los tuyos, sus preocupaciones se hacen las tuyas, las tuyas se convierten en las de los demás,continua el ajetreado ritmo de vida moderno. Te acostumbras a ser la hormiguita llenando el hormiguero, pagando las facturas del hormiguero, viéndote agobiado para pagar el puñetero hormiguero. Planes, preocupaciones, alegrías, risas y lágrimas por supuesto y al final, llegas a ser un anciano que por fin puede disfrutar de lo que lleva juntando toda una vida, pero claro, ahora está más cansado que nunca y un día más cansado de lo habitual y resulta que es porque tiene una insuficiencia cardíaca debida a la hipertensión y lo dura que ha sido tu vida, ¿Realmente compensa la vida como la estamos viviendo?




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